Roscón de Reyes

Por la fechas en las que estamos, os proponemos una receta, no tan sencilla como otras veces, pero seguro que igual de deliciosa y os animamos a que este año, en lugar de comprarlo lo hagáis en casa: el Roscón de Reyes.

La base de la receta es casi la misma que la base para la elaboración de pan, teniendo en cuenta la importancia en cuanto a los tiempos de fermentación de la masa con la levadura. Para ello además, es importante prestar atención a los ingredientes: la harina debe ser harina de fuerza (hoy en día se consigue muy fácilmente en cualquier supermercado), la levadura debe ser fresca (también podemos conseguirla en grandes superficies) y en su defecto harina de panadería en polvo (no levadura química tipo Royal).

Seguro que a partir de ahora, el próximo año no comprareis el Roscón de Reyes sino que lo haréis en casa. Y si este año no os sale bien, pasa lo mismo que con el pan, hay que seguir intentándolo hasta que salga. Al final siempre sale y nos sentiremos satisfecho de los resultados.


Necesitaremos los ingredientes siguientes:

• 350 gramos de harina de fuerza
• 25 gramos de levadura fresca
• 125 ml de leche
• 100 gramos de azúcar
• 75 de mantequilla a temperatura ambiente
• 1 huevo y 1 yema
• Ralladura de naranja
• 1 cucharada de ron o otro licor según gustos
• 1 cucharada de aroma de azahar o esencia de vainilla
• 1 pizca de sal
• Fruta escarchada y almendras en láminas.

Preparación:

Añadimos la levadura a la leche tibia disolviendo la levadura en la leche con las manos. Es importante que la leche esté tibia y no caliente para que la levadura pueda actuar.

Tamizamos la harina, le añadimos la ralladura de naranja, el azúcar y mezclamos todo bien. Añadimos la leche con la levadura y mezclamos con una lengua removiendo bien desde el centro hasta obtener una mezcla homogénea. Añadimos la mantequilla, el ron (o licor), el aroma de azahar (o la esencia de vainilla), la yema de huevo y la sal. Seguimos mezclando hasta que todos los ingredientes estén mezclados y obtener así una masa ligera.

Sobre una superficie limpia, espolvoreamos un poco de harina y comenzamos a trabajar la masa que hemos obtenido. Según vamos amasando comenzará a coger cuerpo y a despegarse de la superficie de trabajo. Es importante usar la menor cantidad de harina posible sobre la superficie de trabajo ya la que masa debe quedar ligera y no excesivamente dura (que es lo que nos pasará si utilizamos mucha harina).

Colocamos la masa sobre un bol (previamente enharinado) y la tapamos con film teniendo en cuenta que debemos dejarla reposar a temperatura ambiente durante al menos 2 horas o hasta que doble su tamaño.

Una vez haya alcanzado el volumen deseado, la sacamos del bol y volvemos a amasarla durante 1 ó 2 minutos más y formamos una bola. Hacemos un agujero en el centro y vamos estirando la masa poco a poco con las manos de forma que el agujero central sea cada vez más grande sin llegar a romper la masa.

Colocamos la masa bien estiraba en una bandeja de horno (previamente cubierta con papel de horno) y cubrimos nuevamente con un paño limpio y dejamos reposar nuevamente a temperatura ambiente hasta que doble nuevamente su tamaño el roscón (aproximadamente una hora u hora y media. 

Pintamos nuestro roscón con el huevo batido para darle brillo y colocamos por encima las frutas escarchadas y las almendras fileteadas para decorarlo y horneamos con el horno previamente caliente a 160º durante unos 20 ó 25 minutos hasta que vemos que comienza a dorarse. Una vez horneado dejamos enfriar y podemos rellenarlo con cualquier crema, según gustos, o saborearlo así directamente.