Los cupcakes (si traducimos literalmente del inglés: pasteles de taza o pasteles taza) son pequeños pasteles tipo magdalenas normalmente de mayor tamaño y de origen americano.
Para conocer los orígenes de los cupcakes, debemos remontarnos hasta el siglo XIX, cuando aparece por primera vez el término cupckaes en un recetario de cocina publicado por E. Leslie en 1828. Estas minitartas eran cocidas en tazones o cazuelas de barro, de donde se cree que toman su nombre.
La base del cupcake es similar a la base de cualquier tarta o bizcocho (mantequilla, azúcar, huevos y harina) adornados con glaseado o virutas principalmente.
Los cupcakes se ponen de moda a comienzos de este siglo como pasteles de cumpleaños y celebraciones en Estados Unidos y posteriormente se exportan a Europa teniendo un auge importante convirtiéndose en una moda ampliamente difundida.
Como era de esperar, ya he hecho algunas pruebas de elaboración de estos fantásticos y dulcísimos pasteles y para muestra un botón: cupcakes de vainilla con crema de mantequilla (buttercream) coloreada.
Los ingredientes que necesitaremos, aproximadamente para unos 12 cupcakes, serán los siguientes:
- 100 gr. de harina de fuerza
- 1 cucharadita de levadura
- 100 gr de azúcar
- 100 gr. de mantequilla
- 2 huevos
- 2 cucharadas de leche
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 pizca de sal
- moldes para magdalenas
Para la crema de mantequilla:
- 150 gr. de mantequilla
- 300 gr. de azúcar glass
- Colorante alimenticio
Para elaborar los cupcakes, batimos la mantequilla con el azúcar hasta que nos quede una pasta cremosa. Sin dejar de batir, añadimos los huevos (uno a uno), el extracto de vainilla, las dos cucharadas de leche, una pizca de sal y mezclamos bien hasta que quede todo perfectamente mezclado. Tamizamos la harina, la mezclamos con la levadura y mezclamos con la mezcla anterior hasta conseguir una masa homogénea. Ayudándonos de una manga pastelera (o bien con una cuchara) rellenamos los moldes llenado algo más de la mitad de los mismos, así cuando suban al hornearlos no se saldrán de los moldes. Precalentamos el horno a 170 ºC y horneamos durante 15 minutos hasta que comiencen a tomar un color dorado.
Para elaborar la crema de mantequilla (buttercream) basta como montar la mantequilla con batidora de varilla e ir añadiendo poco a poco el azúcar glass hasta obtener una crema y añadir posteriormente el colorante según el color deseado (en mi caso naranja que conseguimos añadiendo unas gotas de colorante rojo a la buttercream).
Una vez horneados los cupcakes, dejamos enfriar y con una manga pastelera decoramos los cupcakes con la buttercream. La forma de hacerlo es bastante sencilla comenzando desde el borde del cupcake en forma circular hasta el interior del mismo.
Como consejo, os recomiendo colocar un recipiente con agua dentro del horno junto a las cupcakes, esto dará humedad a la cocción y hará que os salgan unas magdalenas mucho mas esponjosas y crujientes.
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