Flan de queso (y miel) que sabe a beso

En otra ocasión hemos hablado del queso Quark, de sus propiedades y su bajo contenido en grasa. Os proponemos otra forma de utilizarlo para que podáis ver que no sólo sirve para la típica tarta de queso o el tiramisú. En este caso proponemos un delicioso (y dulce) flan elaborado con queso quark y miel.

Cómo ya sabéis, el flan es un postre cuyos ingredientes básicos son leche, huevos y azúcar, cocinado al baño maría, pero la historia de este postre se remonta a la época del Imperio Romano y se hizo muy popular en la Edad Media, que era elaborado fundamentalmente en época de Cuaresma. Como aspecto curioso, los romanos espolvoreaban pimienta sobre el flan y fue, a partir del siglo VII cuando se sustituyó la pimienta por el azúcar.

En Sudamérica, es común acompañarlo con dulce de leche o crema, o bien con ambas cosas, denominándose en este caso flan mixto.

Atendiendo a la etimología, la palabra flan proviene del francés (flan) y del alemán antiguo (flado) que significaba torta u objeto plano.

Los ingredientes que utilizaremos para la elaboración de esta receta son los siguientes (para 6 u 8 flanes aproximadamente):

• 4 huevos
• 1/4 litro de leche entera
• 1/4 litro de leche condensada (una lata de las pequeñas, aproximadamente)
• 250 gr de queso Quark
• Ralladura de lima
• 1 cucharada de miel
• Caramelo líquido

Para prepararlo, batimos los huevos con batidora de varillas y mezclamos el queso, la leche condensada, la leche entera, rallamos un poco de lima y la cucharada de miel. Es importante añadir los ingredientes poco a poco sin dejar de batir para que se quede una mezcla homogénea.

Vertemos la mezcla en flaneras individuales (o bien un una flanera grande) previamente untado el fondo de las flaneras con caramelo líquido. Colocamos las flaneras en la bandeja del horno y cubrimos el fondo de la bandeja con agua suficiente para el baño maría pero sin pasarnos para que al hervir el agua no se meta dentro de las flaneras. Horno a 160º C durante 45 minutos aproximadamente, dejamos enfriar y metemos en la nevera durante unas 2 horas aproximadamente y ya están nuestros flanes listos para degustarlos.

En este caso se ha usado caramelo líquido embotellado, pero también tenéis la posibilidad de hacerlo en casa colocando un par de cucharadas de azúcar en un calentador, humedecer el azúcar ligeramente con agua y ponerlo al fuego hasta que el azúcar se vaya derritiendo hasta obtener el caramelo líquido, pero en mi caso yo prefiero utilizar el que ya está hecho, no perdemos tiempo y el resultado no está nada mal. Sobre todo, hay que tener en cuenta que las quemaduras de caramelo caliente son muy peligrosas, motivo por el cual no es cuestión de arriesgarse.

Como recomendación, siempre utilizo flaneras individuales en lugar de una sola flanera ya que se cocinan mejor los flanes y necesitan menos tiempo de horno, además que, para conservarlos en la nevera, ocupa menos espacio si lo hacemos en flaneras individuales.