Macarons de chocolate (y rellenos de chocolate)

Ingredientes

Para los macarons:

  • 4 claras de huevo
  • 60 gramos de azucar
  • 125 gramos de almendras peladas y molidas (harina de almendra)
  • 200 gramos de azúcar glas
  • 20 gramos de cacao en polvo

Para el relleno (ganache de chocolate):

  • 20 cl de nata
  • 180 gramos de chocolate negro
  • Esencia de naranja (o cualquier otra según gustos)

Elaboración

  1. Comenzamos elaborando la ganache. Para ello, calentamos la nata hasta que hierva, vertemos sobre el chocolate troceado y removemos con una lengua hasta que el chocolate esté completamente derretido y mezclado con la nata, obteniendo así una crema de chocolate homogénea. Añadimos la esencia de naranja (o la que hayamos elegido), tapamos con film y reservamos.
  2. Mezclamos la almendra molida (harina de almendra) con el cacao y el azúcar glas hasta obtener una mezcla homogénea y tamizamos.
  3. Montamos las claras a punto de nieve, incorporando el azúcar poco a poco cuando comiencen a montarse. Añadimos la mezcla anterior de almendra, cacao y azúcar glas y mezclamos con movimientos envolventes y muy despacio para que no se bajen las claras hasta obtener una mezcla completamente homogénea.
  4. Forramos una bandeja con papel de horno y, ayudándonos de una manga pastelera con boquilla redonda, formamos círculos pequeños (aproximadamente unos 5 cm de diámetro), dejando espacio entre unos y otros. Reservamos a temperatura ambiente durante 30 minutos.
  5. Horneamos en horno precalentado a 150º C durante unos 15 minutos o hasta notar como empieza a secarse los macarons.
  6. Dejamos enfriar y rellenamos los macarons con la ganache de chocolate formando "bocadillos"

Comentarios

Hay que tener en cuenta que el tiempo que dejamos los macarons en reposo antes de hornearlos va a hacer que se "seque" la parte exterior del macaron (y es este justo el momento de llevarlos al horno, cuando los tocamos con el dedo y no se nos pega la masa)

El horneado debe ser suave, de forma que el exterior quede seco y el interior jugoso, y los dejamos enfriar sobre el papel de horno antes de proceder al relleno.Si intentamos tocarlos cuando aún están calientes, es posible que la mitad de ellos senos rompan entre los dedos.

Por tanto, para que se mantengan con cierta humedad, lo mejor es meterlos en el frigorífico una vez rellenos y dejarlos allí durante un par de horas antes de consumirlos. Es más, yo los conservo siempre en la nevera (aunque generalmente no me duran mucho tiempo para "conservarlos").

Como veréis, es una receta para adictos al chocolate pero para aquellos que no lo sean (o por lo menos no lo sean tanto como yo) podéis probar a elaborar otro tipo de ganaches como confituras de fresa o frutas del bosque o cualquier otra cosa que se puedan ocurrir en el acto (también es buena idea rellenarlos de nutella, pero claro, también sigue siendo chocolate). 

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